Ventajas y desventajas

El contrato de interinidad es un tipo de acuerdo laboral temporal utilizado para cubrir un puesto de trabajo mientras el titular se encuentra ausente debido a causas como enfermedad, incapacidad temporal o mientras se realiza un proceso de selección o promoción interna. Sin embargo, no siempre se utiliza de la misma manera. ¿Quieres conocer en detalle cuáles son sus beneficios y desventajas? En este artículo te lo contamos.

¿Qué es el contrato de interinidad?

Esta modalidad del contrato laboral está regulada por la legislación laboral española y fue diseñada específicamente para cubrir temporalmente un puesto de trabajo y sustituir a un trabajador con derecho a reserva de puesto. Además, se establece cuando un empleado se encuentra de baja por enfermedad, incapacidad temporal o en proceso de selección o promoción.

Bajo este régimen de interinidad, la relación laboral está claramente definida en el estatuto de los trabajadores y el convenio colectivo aplicable, asegurando que tanto el empleador como el trabajador cumplen con sus respectivas obligaciones y derechos.

Asimismo, la interinidad es un acuerdo temporal que se formaliza para cubrir un puesto específico dentro de una empresa mientras el titular del puesto está ausente. Este modelo de contrato debe incluir la duración del mismo, las condiciones del trabajo y la identidad del empleado sustituido, y en ningún caso puede ser transformado arbitrariamente en un contrato indefinido sin cumplir los procesos legales estipulados.

¿En qué casos se utiliza?

Este tipo de contrato se lleva a cabo únicamente cuando un trabajador tiene que ausentarse por alguna causa grave o por fuerza mayor. Por ejemplo, en el caso de enfermedad, lesiones o alguna otra razón de esta índole. Es decir, existe un compromiso del empleado por conservar su puesto laboral.

De esta manera, los casos en los que se da este acuerdo son siempre en situaciones temporales.

Ausencia temporal del titular de un puesto de trabajo

Situaciones en las que se debe ocupar una plaza, aunque el titular que, por enfermedad u otras razones, sigue conservando el puesto de trabajo. Por lo tanto, se tiene que cumplir con el convenio colectivo, la legislación y el contrato individual.

Este tipo de contrato es vital para asegurar la continuidad y el funcionamiento adecuado de las actividades en la empresa durante la ausencia del titular, garantizando que las responsabilidades y tareas fundamentales se mantengan sin interrupciones.

Cobertura de un puesto vacante temporalmente

En este caso, el contrato tendrá una duración equivalente al tiempo necesario para elegir al candidato que ocupará el puesto. No obstante, según el Real Decreto, el tiempo máximo para las organizaciones privadas no deberá superar los tres meses. Solamente cuando se trate de la administración pública, tendrá el derecho de ampliarse hasta que se adjudique la plaza de forma definitiva.

Esta modalidad les permite a las organizaciones gestionar recursos humanos de manera flexible y eficiente, respondiendo rápidamente a las necesidades operativas temporales sin comprometer la calidad del trabajo o el cumplimiento de objetivos a largo plazo.

¿Cuánto tiempo dura este contrato?

La duración del contrato de interinidad está directamente vinculada al motivo por el cual se establece. Por lo general, finaliza cuando el trabajador sustituido regresa a su puesto o cuando se resuelve el proceso para el cual se requería la sustitución. Sin embargo, la legislación estipula que este tipo de contrato no puede superar los tres meses, salvo que esté acordado de otra forma en el contrato o en el convenio colectivo.

De este modo, es clave que la finalización del contrato se maneje con claridad, debido a que debe finalizar de forma automática al retornar el empleado original a su labor, sin necesidad de aviso previo por ninguna de las partes. Cualquier extensión del contrato debe estar justificada y formalizada como indica la ley.

Ventajas del contrato de interinidad

Una de las principales ventajas del contrato de interinidad es que permite a las empresas mantener la continuidad de las operaciones durante las ausencias temporales de empleados esenciales. También, ofrece una oportunidad para que nuevos trabajadores demuestren sus capacidades en el entorno laboral, lo cual puede abrir puertas a futuras oportunidades de empleo permanentes, incluyendo el derecho a una bonificación si se convierte en un contrato indefinido tras la finalización del periodo de interinidad.

De todas formas, los trabajadores bajo esta modalidad tienen asegurada la prestación laboral y el derecho al ejercicio laboral en igualdad de condiciones que los empleados fijos, lo que incluye el acceso a formación y promoción, además de la reserva de su puesto original, lo que les permite regresar a su empleo anterior una vez finalizado el contrato temporal.

Desventajas del contrato de interinidad

Sin embargo, existen desventajas significativas asociadas con los contratos de interinidad. La primordial es la inestabilidad laboral, ya que estos contratos están sujetos a la duración de la ausencia del trabajador original, lo que puede resultar en un periodo de empleo muy breve. Por otro lado, estos trabajadores a menudo no reciben las mismas oportunidades de carrera a largo plazo o los beneficios que disfrutan los empleados con contratos indefinidos.

Otra desventaja importante es que, finalizado el contrato, el trabajador de interinidad no tiene derecho a recibir indemnización por fin de contrato, a diferencia de otros tipos de contratos temporales. Esto puede crear una situación de incertidumbre y falta de seguridad laboral para el trabajador, lo que refuerza la naturaleza precaria de este tipo de empleo.